Por: Pablo Ortega
Entre el sonido de las fábricas y talleres del corredor industrial de Galapa, se escucha las voces de doscientos cincuenta niños y niñas de la Escuela Comunitaria de Música de la Fundación Bombardinos de Colombia, es una tarde soleada de esas que en el caribe salen cuando el cielo se pone azul. En las primeras calles de Villa Olímpica, un barrio periférico de Galapa, funciona la Escuela de Música, el jolgorio de los niños es aviso de la llegada de los maestros Eder Hernández y Eunice Echevarría, dos cordobeses licenciados en música, que llegaron al Atlántico a estudiar y terminaron en los grandes escenarios musicales, hoy lideran un proyecto que está transformando la vida de los niños de Galapa.
La Escuela Comunitaria de Música es un sueño que comenzó en el 2019, con setenta niños y niñas de la comunidad, en una improvisada sede que fue tomando forma hasta convertirse en ganadores del premio como “Mejor Proceso Musical de Colombia en la versión 36° del Encuentro Nacional de Bandas Escuela – Sincelejo Sabanas”.
Música para la transformación social
Para Pablo Ortega director de Gestión Social “La Escuela ha significado un referente de transformación social, donde los niños y niñas desarrollan sus habilidades, aprenden disciplina y construyen un sueño, los resultados académicos e interpretativos de la población estudiantil es una evidencia de ello, es un proceso de innovación social que aún en los días de la pandemia pudo mantenerse de manera virtual y con grandes logros, es también el resultado de un trabajo bien hecho de Eder y Eunice que le ponen el corazón”
La iniciativa hace parte del programa de responsabilidad social de Ultracem, donde también convergen grandes aliados como la Alcaldía de Galapa, Fundación Hope EE.UU, Fundación Bolívar Davivienda y Fundación Incolmotos Yamaha, lo que ha permitido que los niños tengan acceso a instrumentos musicales.
Eder Hernández, presidente de la Fundación Bombardinos relata parte del proceso: “Hemos construido una Escuela donde los niños aprenden a cantar, tocar un instrumento, pero también a ser mejores personas, contamos con estudiantes desde los 2 a los 14 años”.
La Escuela de Música desarrolla los siguientes procesos: banda sinfónica infantil, ciclo coral, iniciación musical, cantos pintos y tambores, diseño y fabricación de instrumentos musicales, danza, expresión corporal, escuela para padres y área de emprendimiento; la historia de transformación social de este proceso se escribe con los sonidos más puros y autóctonos del patrimonio musical del Caribe Colombiano.
